Anoche me acosté tarde enganchado a vuestros blogs. Entré en muchos, leí y comenté muchas entradas, cada vez más interesantes. Me sorprendió la diversidad, la riqueza e, incluso, la sofisticación de algunas entradas. Vi un enorme potencial y me sentí satisfecho ante el empuje que está cogiendo la
comunidad de aprendizaje que estamos creando.
Disfruté y aprendí mucho, pero también acabé saturado. No dejaba de ir de un lado para otro. Cada entrada de cada blog era diferente, y me exigía un esfuerzo de adaptación. Cada comentario, una reflexión instantánea que empezaba y acababa en cada una de las entradas. Disfruté y aprendí, sí, pero también acabé cansado y estresado de interactuar tanto y tan rápido con estímulos tan diversos. Esa experiencia me recordó lo que escribe en su estupendo libro
Carr (2011: 116):
"Interactividad, hipervínculos, búsquedas, multimedia… Todas esas cualidades de la Red reportan atractivos beneficios. Junto con el volumen sin precedentes de información disponible en línea, son las principales razones por las que a la mayoría de nosotros nos atrae tanto el uso de Internet. Nos gusta ser capaces de pasar de leer a escuchar o ver sin tener que levantarnos a encender otro aparato ni buscar una pila de revistas o discos. Nos gusta poder encontrar y ser transportados de inmediato a los datos que buscamos sin tener que revisar un montón de cosas ajenas a la materia. Nos gusta estar en contacto con amigos, familiares, colegas. Nos gusta sentirnos conectados, y odiamos sentirnos desconectados. Quisieramos pensar que Internet no cambia nuestros hábitos intelectuales en contra de nuestra voluntad. Pero cambiarlos, los cambia."
Y sigue más adelante Carr, 2011: 143-144).
"Cuando nos conectamos a la Red entramos en un entorno que fomenta una lectura somera, un pensamiento apresurado y distraido, un pensamiento superficial. Es posible pensar profundamente mientras se navega por la Red, como es posible pensar someramente mientras se lee un libro, pero no es éste el tipo de pensamiento que la tecnología promueve y recompensa."
Dos conclusiones y una paradoja:
Primera conclusión: Crear nuestros blogs y facilitar su acceso nos permite expresarnos e interactuar en tiempo real de forma masiva, y eso tiene muchas ventajas. Pero también inconvenientes. Igual que hay que saber conectar, hay que saber desconectar.
Segunda conclusión: Se pueden tener muchos, muy variados y muy interesantes aprendizajes conectados en red. Pero no hay que olvidar que los aprendizajes profundos van ligados a la reflexión, y ésta implica
involucrarse en la lectura. Y para eso, mejor la calma que produce la lectura lineal y serena de un texto impreso (por ejemplo, un libro como
"Mal de Escuela").
La paradoja: ¿Cómo podría haber compartido hoy, ahora, esta reflexión sobre la importancia de la lectura serena y los aprendizajes profundos si no hubiera sido mediante la Red?