miércoles, 19 de febrero de 2014

Sería interesante... semana EdMov

Ya están disponibles las actualizaciones de vuestros blogs en el menú lateral "Comunidad EdMov", de manera que sea fácil su seguimiento.

Por eso, sería interesante que en vuestros propios blogs incluyerais una entrada, por ejemplo, semanal de lo que se hace en la "Comunidad EdMov". Se trataría de un análisis global de lo que, a vuestro juicio, se ha hecho en la comunidad edmov: entradas que nos hayan parecido interesantes (o todo lo contrario), comentarios que nos parezcan relevantes, aprendizajes que hayamos sacado a partir de lo que han aportado (o no) nuestros compañeros en sus blogs...

Y recordad: la mejor manera de hacer visibles vuestros blogs es publicar posts interesantes y visitar y comentar los de vuestros compañeros.

Alone together

Al hilo del ejemplo de cuerpo comunicativo, en EdMOv han proliferado vídeos con abrazos, lo cuál está muy bien, porque justamente el abrazo es una expresión de esa absoluta cercanía con el Otro que reclama Frank con ese concepto. Como contrapunto, ahí va un post que habla de la cara oculta que tiene las supuestas"ventajas" de estar conectados en red. Ahí va:

Felicitaciones por hablar entre vosotros, mirándoos a la cara, y no solo con vuestras máquinas o a través de vuestras máquinas. De alguna manera estáis contradiciendo a Sherry Turkel que en este interesante artículo poublicado en el País Semanal (25 de abril de 2012) augura una sociedad en la que "cada vez se espera más de la tecnología y menos de los humanos". Turkle, autora de un libro titulado Alone Together, es una psicóloga que se preocupa de estudiar los vínculos emocionales que establecemos con las máquinas y a través de las máquinas. "Alimentamos las relaciones que controlamos, las digitales". Las máquinas y el acceso a las redes sociales "nos da la sensación de estar en compañía sin tener que someternos a las exigencias de la amistad". Como consecuencia, la posibilidad de intimar con otras persona se encoge, muy especialmente si la intimidad la queremos establecer con nosotros mismos. En otras palabras, nuestra capacidad de estar solos se atrofia. Y Turkel afirma que la soledad es vital para meditar, para reflexionar, para concentrarse, para asimilar el conocimiento, para conocernos...

Turkle es otro ejemplo de cibergurú converso, como también lo es Carr, que en su estupendo libro qué  ¿Què está haciendo internet con nuestras mentes? habla de cómo, literalmente, internet está cambiando nuestros cerebros (Carr, 2011: 116):

"Interactividad, hipervínculos, búsquedas, multimedia… Todas esas cualidades de la Red reportan atractivos beneficios. Junto con el volumen sin precedentes de información disponible en línea, son las principales razones por las que a la mayoría de nosotros nos atrae tanto el uso de Internet. Nos gusta ser capaces de pasar de leer a escuchar o ver sin tener que levantarnos a encender otro aparato ni buscar una pila de revistas o discos. Nos gusta poder encontrar y ser transportados de inmediato a los datos que buscamos sin tener que revisar un montón de cosas ajenas a la materia. Nos gusta estar en contacto con amigos, familiares, colegas. Nos gusta sentirnos conectados, y odiamos sentirnos desconectados. Quisieramos pensar que Internet no cambia nuestros hábitos intelectuales en contra de nuestra voluntad. Pero cambiarlos, los cambia."



Dos reflexiones. La primera, me llama la atención la capacidad de Turkel y Carr para cambiar radicalmente de forma de pensar. Sus tesis cambian, pero lo que permanece es su preocupación por el ser humano. Hablan o, mejor dicho, razonan acerca de lo que resulta deseable. Son capaces de analizar lo que ocurre y recomendar que se "desconecte", a pesar de las muchas y muy poderosas fuerzas que genera el "culto a la tecnología". No se preocupan por si su discurso es minoritario o por si es o no posible llevarlo a la práctica. Me pregunto si nosotros seríamos capaces de tener una actitud similar hacia la actividad física y, por ejemplo, todo el mercado que genera el "culto al cuerpo", o bien si nos escudaríamos en algo así como que"no es posible cambiarlo", "es lo que piensa todo el mundo", o "no podemos tirar piedras sobre nuestro tejado".

La segunda. Ya en relación con el tema en cuestión, me pregunto qué tipo de intimidad establecemos con nuestros cuerpos y el de los otros. Me pregunto si esas relaciones no serán cada vez más controlables y superficiales, como las que establecemos con las máquinas y a través de las máquinas. Si no será que buscamos meramente entretenernos o distraernos con nuestros cuerpos y en nuestros cuerpos, relacionándonos con él de manera similar a como nos relacionamos con alguien a quien enviamos un SMS o un Wassup (o cómo se diga): sin arriesgarnos a conocerlo de veras.

Al decir "conocer de veras" no me refiero a saber el nombre de sus músculos o la naturaleza de sus funciones, sino a comprender qué hace y porqué hace lo que hace; qué busca, qué desea, porqué desea lo que desea. Si eso que hace, busca y desea resulta de veras valioso o beneficioso, o si lo estará haciendo, buscando o deseando porque sea valioso o beneficioso para alguien o algo ajeno. Arthur Frank mantiene que los cuerpos disciplinados y especulares se caracterizan por la relación disociada que mantienen con el ser: el cuerpo es un objeto, un ello, un algo predecible, mejorable, reparable. Algo que hemos de trabajar, de curar, algo que debe rendir más o ser más bello (según estándares de rendimiento o belleza que les son impuestos y que , a su vez, impone a los demás).

En definitiva, lo que me pregunto cuando me pregunto si somos capaces de conocernos "de veras" es si somos capaces de asociarnos  con nuestros cuerpos (en palabras de Arthur Frank), si somos capaces de intimar con él, al igual que haríamos con alguien a quien tuvieramos cerca y a quién quisiéramos arriesgarnos a conocer de veras.

jueves, 6 de febrero de 2014

Un ejemplo estrafalario

Acapella Science. ¿Un divertimento? Puede que sí. Pero también un ejemplo de cómo hacer algo novedoso y efectivo para aprender, para que los demás aprendan y para dejar constancia de todo ello. Si llegáis al final veréis que la cosa tiene fundamento, como diría el gran Arguiñano, otro que ayuda a aprender.

domingo, 2 de febrero de 2014

Autoevaluación inicial: preguntas orientativa

La autoevaluación formativa es un proceso. Estas preguntas pueden servir como orientación para realizar una evaluación inicial sobre tus intereses, gustos, posibilidad y compromiso de aprendizaje en la asignatura:

¿Qué espero aprender?
¿Qué voy a hacer para aprender?
¿Qué voy a hacer para que los demás aprendan?
¿Qué utilidad tiene lo espero aprender, lo que voy a hacer para aprender y lo que voy a hacer para que los demás aprendan?
¿Qué valor tiene lo espero aprender, lo que voy a hacer para apreder y lo que voy a hacer para que los demás aprendan?

Son preguntas orientativas. No hace falta responderlas una a una, si no se quiere. Lo importante es que ayuden a constatar, valorar y tomar decisiones sobre tu participación en la asignatura y, por tanto, sobre lo que (no) vas a aprender y cómo (no) vas a aprender. Es decir, que sirvan para autoevaluarte.